Con el objetivo de impulsar una economía más circular, utilizamos dos tecnologías de reciclaje molecular que crean valor a partir de los residuos: la renovación de poliéster y la renovación de carbono.
La tecnología de renovación de poliéster (PRT), una forma de reciclaje molecular, nos permite desviar de vertederos e incineradores una gama de residuos plásticos de poliéster difíciles de reciclar, incluidos materiales como botellas de refrescos, plástico de color y opaco, fibras de alfombras o incluso ropa a base de poliéster.
La PRT de Eastman descompone los poliésteres utilizando metanólisis para convertirlos nuevamente en monómeros básicos y crear nuevos materiales. Las moléculas producidas son indistinguibles de los materiales fabricados con contenido virgen o no reciclado. Este proceso, también conocido como “despolimerización”, nos permite reciclar residuos de poliéster una y otra vez sin degradación con el tiempo, y reduce entre un 20% y un 30% las emisiones de gas de efecto invernadero a nivel intermedio en comparación con los procesos que utilizan combustibles fósiles.
Nuestra nueva planta de reciclaje molecular en Kingsport, Tennessee, que utiliza el proceso de metanólisis, comenzó a funcionar a principios de 2024.